EL
SABOTAJE DEL ARTE BUSCA ser perfectamente ejemplar y a un tiempo
retener cierto elemento de opacidad -no propaganda sino choque
estético- terriblemente directo pero sutilmente angulado
también; acción-como-metáfora.
El
Sabotaje del Arte es la cara oculta del Terrorismo Poético
--creación-a-través-de-la-destrucción-- pero no
ha de servir a Partido alguno, ni al nihilismo, ni siquiera al arte
mismo. Tal como al desterrar las ilusiones se intensifican los
sentidos, así la demolición de la plaga estética
dulcifica el aire del mundo del discurso, del Otro. El Sabotaje del
Arte sólo sirve a la conciencia, a la atención, a la
vigilia.
El
SA va más allá de la paranoia, más allá
de la desconstrucción -la crítica definitiva- ataque
físico al arte ofensivo --jihad estética. La mínima
mancha de mezquino ego-ísmo o incluso de gusto personal
contamina su pureza y menoscaba su fuerza. El SA no puede nunca
buscar el poder -sólo puede liberarlo.
Las
obras de arte individuales (incluso las peores) son en gran medida
irrelevantes --el SA busca dañar aquellas instituciones que se
sirven del arte para limitar la conciencia y enriquecerse con
castillos en el aire. Este o aquél poeta o pintor no ha de ser
condenado por una falta de visión --pero las ideas malignas sí
que pueden ser asaltadas a través de los artefactos que
generan. El MUZAK10
está diseñado para hipnotizar y controlar --su
maquinaria bien puede ser destrozada.
Quemas
públicas de libros --¿por qué han de ser fachas
y funcionarios de aduanas los que monopolicen este arma? Novelas
sobre niños poseídos por el diablo; la lista de libros
más vendidos del New York Times; panfletos feministas
contra la pornografía; libros de texto (especialmente Ciencias
Sociales, Civismo, Salud); pilas de El Tiempo, El Mundo y
otros periódicos de supermercado; recortes seleccionados de
editoriales cristianas; unas cuantas novelas rosa --atmósfera
festiva, botellas de vino y canutos rulando en una clara tarde de
otoño.
Tirar
el dinero en La Bolsa11
fue una forma de Terrorismo Poético bastante oportuna --pero
destruir el dinero hubiera sido buen Sabotaje del Arte. Ocupar
retransmisiones de TV y difundir unos minutos pirateados de
incendiario arte Caótico constituiría una hazaña
del TP; pero simplemente volar la torre de transmisiones sería
un Sabotaje del Arte perfectamente adecuado. Si ciertas galerías
y museos se merecen un ocasional ladrillazo en los cristales --no
destrucción, sino un pescozón a la complacencia--
entonces qué pasa con los BANCOS? Las galerías
convierten la belleza en mercancía pero los bancos transmutan
la Imaginación en heces y en deuda. ¿No ganaría
el mundo un grado de belleza con cada banco que se pudiera hacer
temblar... o caer? ¿pero de qué manera? El Sabotaje del
Arte debería seguramente mantenerse alejado de la política
(es tan indigesta...) --pero no de los bancos.
No
hagas piquetes; practica el vandalismo. No protestes; desfigura.
Cuando la fealdad, el diseño pobre y el derroche estúpido
te son forzados, vuélvete Ludita12,
mete el zapato en la rueda, contraataca. Destroza los símbolos
del Imperio en nombre de nada sino del anhelo de gracia del corazón.
12 Miembro
de las bandas organizadas de obreros ingleses que se sublevaron para
sabotear la maquinaria de la industria textil que los estaba
desplazando. Los luditas operaban enmascarados por la noche. Su
líder, real o imaginario, era Ned Ludd, también
conocido como King Ludd.
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